¿Quién es Pepe Bravo?

389156_202480493214700_298273237_nPepe Bravo es mucho más que el fundador de La Casa de Acogida que lleva su nombre. «Es un ejemplo para  todos los que colaboramos de un modo u otro con La Casa de Acogida que aspira a  reflejar los valores que él tan bien representaba».

Pepe Bravo era un hombre espiritual, interesado siempre por las preguntas eternas que inquietan al ser humano. Practicó el yoga y la meditación viajando por el mundo en busca de respuestas que calmasen su inquietud espiritual. Dedicado a la alimentación vegetariana, amante del campo y la naturaleza, de su pueblo, Alozaina, y de su sierra, la Sierra de las Nieves, al fin, en su propia tierra encuentra su lugar en el mundo.

Aunque entonces no usábamos esa palabra, fue un “emprendedor” con voluntad de hierro que trabajó sin descanso; fue mecánico de maquinaria industrial, montó cooperativas, creó e instaló talleres, trabajó en el campo y, al final, fundó una fábrica textil. La fábrica, no sin dificultades, creció y ofreció trabajo a muchos de sus vecinos hasta que llegó la llamada “deslocalización industrial” y la producción marchó a Marruecos. 

541479_202480219881394_365264329_n

Desde muchos años antes de la puesta en marcha de La Casa de Acogida su carácter solidario empujó a Pepe Bravo a ayudar a muchas personas y a mantener abiertas las puertas de su propia casa familiar y, más tarde, de la fábrica a todos aquellos que lo necesitaron, dando cobijo y  amistad a todo tipo de gente; vagabundos, personas desfavorecidas, amigos o grupos de meditación. 

Cuando Pepe Bravo se ve obligado a cerrar la fábrica textil, su sentido espiritual, su carácter emprendedor y su abierta solidaridad le impulsan hacia una idea firme: dar un uso social a la antigua fábrica textil. No pensó en el bienestar material propio, no  vendió una enorme propiedad por la que habría obtenido un gran beneficio económico. Comenzó con sus propias manos a transformar la fábrica textil. Pepe Bravo intentará establecer una residencia para ancianos sin recursos y un hogar infantil que no consigue culminar.

532518_202480429881373_897377146_nEl nuevo milenio trae consigo el regalo de un encuentro entre un proyecto ya consolidado y una idea que necesita ayuda para nacer. En el año 2000, la Fundación Escuela de Solidaridad y Pepe Bravo acuerdan la creación de la Casa de Acogida en la antigua fábrica textil que Pepe pone a disposición del proyecto. Se trasladan a la Casa los primeros residentes desde su centro en Valverde del Camino (Huelva), además de otros muchos que van llegando derivados de diferentes recursos sociales.

Y pasan los años empujando el proyecto, trabajando sin descanso con la satisfacción de ver crecer La Casa y a tantos y tantos residentes recuperar sus vidas. Pero el 2 de Mayo de 2010 Pepe Bravo fallece. Todos sabemos que no muere, su ejemplo y su espíritu viven para siempre en La Casa de Acogida «Pepe Bravo» que su familia, con el mismo espíritu solidario que Pepe Bravo, apoya colaborando personalmente en el proyecto. Este hombre excepcional fallece de una rara enfermedad llamada Amiloidosis que contraen uno de cada 8 millones de personas. Como un epilogo de su vida, poco después, con la ayuda de Carlos de la Fuente, se produce la donación de la maquinaria de la antigua fábrica textil a un proyecto de cooperación con Oruro (Bolivia), con el objetivo de sacar a las mujeres mineras de su dura situación.

Su espíritu, su ejemplo y su amor estarán siempre con nosotros dando fuerza a los hombres y mujeres que encuentran en La Casa de Acogida «Pepe Bravo» un hogar para recuperar sus vidas, y también para aquellos amigos y personas que se acercan a ella, viéndola como un proyecto de puertas abierta, como siempre la sintió y vivió su fundador. 

A continuación pueden sentir la magia que emanaba Pepe Bravo:

Gracias a la infinita generosidad de la familia de Pepe Bravo, puede continuar nuestro maravilloso proyecto!

PEPE BRAVO, SIEMPRE EN NUESTRO RECUERDO.

Un comentario

  1. Great
    I love what you do

No se admiten más comentarios