Os compartimos la maravillosa crónica de Miguel Pérez Muñoz, tras asistir al retiro de Emilio Carrillo en nuestra casa hace unos días.
Un año más se dieron cita la MAGIA y el AMOR, interrumpida el 2019/20 por razones ajenas a su voluntad, pues su esencia es GENERAR MAGIA y MANIFESTAR AMOR.

El primer año quedó interrumpido por el despropósito de restarle a la casa casi 800 metros cuadrados y el segundo por las consecuencias inusuales con las que el 2020 nos sorprendió.
La MAGIA, con el rostro apacible y confiado que le caracteriza, hizo que un corazoncito humano, sensible y generoso, donara 50000 € para la readaptación, acomodación y reformas de la CASA. El AMOR, sereno y confiado, haciendo alarde de sus mejores galas, se desparramó, gentilmente, entre la casa reformada, sus habitantes y quienes, como visitantes, lo vivimos y disfrutamos.

Desde el inicio, en la tarde del viernes, este matrimonio bien avenido dejó claras muestras de su presencia. Emilio, con mirada serena y luminosa, de palabra cálida y envolvente, de corazón grande, CONECTADO, dicharachero, siempre cercano, fue desgranando, parsimoniosamente, el menú del banquete que allí se nos brindaba, con la aportación espontánea de quién le nacía expresar su sentir, sus dudas o sugerencias.

El aforo del salón donde siempre nos hemos reunido, que ha llegado a albergar 180 personas, quedó limitado a unas 70 presenciales, que por razones diversas no pudieron en su totalidad asistir. Pero, a su vez, se vio implementado por los que, virtualmente, hicieron sentir su presencia.
El contenido neuronal y consciencial de la propuesta de Emilio: ¿QUÉ ES LO QUE DE VERDAD ESTÁ PASANDO? ¿HACIA DÓNDE VAMOS? ¿A DÓNDE VOY?Enseñanza del 2020/2021: LECCIONES PARA EL HORIZONTE VENIDERO, era realmente atractivo… y oportuno. La incertidumbre, el miedo, el desasosiego, es lo más predominante en esta humanidad presente y doliente, así como también la certeza, confianza y determinación de quiénes sienten y viven que todo obedece a un plan cósmico, a un proceso consciencial ineludible, que lejos de ignorarlo o eludirlo, lo afrontan y transforman en avance, siempre, siempre mirando un nuevo horizonte por descubrir. Somos testigos presenciales del final de una generación, de una forma diferente de vivir y de vivirnos, que de paso a una NUEVA HUMANIDAD. Y la estamos co-creando, percibiendo y diseñando.
Sería interminable, a la vez que imposible, transmitir lo que allí se vivió. Lo que cada uno, con su cada quien, sintió. Afortunadamente, un uso inteligente de los avances tecnológicos, hará que, al menos, lo vean, lo escuchen, quiénes no pudieron estar.

De los muchísimos temas planteados y de los que fueron surgiendo, uno para mí fue clave, el eje central, la espina dorsal en torno al cual todo gira: «ES NECESARIO NACER DE NUEVO», según la enseñanza crítica y que, de fuera adentro, allí lo sentimos palpable. La casa de acogida no es tal como la conocimos años atrás. En m2 había mermado, y somos conscientes, a nivel personal, que es necesario descargarnos de muchos quehaceres, deberes, responsabilidades, creencias y comportamientos, para que surja lo nuevo. Y al igual que en nosotros, hubo, también, necesidad imperiosa de reestructurar lo restante, para reformar, riejustar y transformar lo existente. Nacha me confesó que le gusta más ahora cómo queda la «casita». Morir para nacer de nuevo.
Algo que me impresionó, no siendo el único, fue el servicio esmerado, amoroso, atento, cual la amada con el amado, de los voluntarios, en su mayoría jovencitos y prendidos en ellos el sacrosanto acto del servicio impersonal. Y qué decir de la comida, manjar de dioses, ambrosía de humanos con las que nos deleitamos del alba al anochecer. Toda una exquisitez en presencia y en nutrientes, en cantidad, variedad, en olores y sabores, haciendo desabrochar y aflojar a los presentes, sus cinturones.La noche del viernes la festejamos con sonido de violín, cante, guitarra y piano. Fue una demostración de sensibilidad, constancia y anhelo de aprender de alguno de los residentes, voluntarios y valientes.La velada del sábado, yoga flamenco con Zuzka, y el domingo al mediodía, tras marcharse los primeros, Biodanza a los postreros de la mano y entusiasmo de un sol de mujer que es Sol.

Y ya para terminar y acabar de festejar tan entrañables momentos, Nacha, con sus condimentos, nos preparó una paella que alcanzó para nosotros, pa ti, pa ella y p’aquel que con GRATITUD y AMOR degustamos y gozamos, E igualmente crecimos en consciencia y en cintura, con abrazos, parabienes, sonrisas, algarabía, producto de la alegría que así se manifestó con toda gracia y finura.

ResponderReenviar |