Tender tu mano puede cambiar una vida.

La Casa de Acogida de Pepe Bravo recibió a una mujer hace un par de meses.

Este es el testimonio que hoy nos brinda su hija tras visitar a su madre en nuestra casa:

«Muchas gracias a las personas de esta casa, me han robado el corazón. Me siento afortunada por la oportunidad que nos están dando.

La labor de todos es increíble.Hacen feliz a la gente!

Me he sentido como en casa, qué bonita la convivencia, la unión, el apoyo, el respeto, la empatía…

Se nota desde fuera como una ola de amor y felicidad.

El cambio en mi madre ha sido como de la noche al día, su estancia allí nos ha cambiado a las dos.

Gracias mil por abrirme vuestra familia y recargarme las pilas, nos vemos pronto, os quiero!».


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