Desde hace meses, nuestra amiga Cinta se puso en contacto con nosotros porque deseaba desde lo más profundo de su corazón preparar una celebración de agradecimiento por haber llegado a su vida una situación de lo más excepcional.
Desde entonces, conectó con lo más sagrado de su Ser para concretar los preparativos del encuentro.
Amigos, voluntarios, integrantes de nuestro proyecto, vecinos de Alozaina, familiares….. Todos invitados a formar parte de esta jornada de agradecimiento, que comenzó con una sesión de limpieza con cuencos tibetanos a cargo de nuestros amigos Carmen y José Manuel, para pasar después del almuerzo a una segunda parte dónde todos los participantes daban el testigo con la luz de una vela, ofreciendo antes su testimonio de vida, su dones o talentos y su agradecimiento a la Vida. En este agradecimiento se reconoció a Jesús, Buda, la magia de la Vida, al Universo, a la Totalidad…. Como reconocimiento de la fuente de la Vida donde cada Uno siente que debe beber.
Fue un acto de mezclanza de hermandad Universalidad, donde todos paticipamos desde EL AGRADECIMIENTO.
Nuestra amiga Cinta, inició dicho acto con esta hermosa poesía en la que habla de quien es Jesús o el Universo…. O como desee cual nombrarlo:
¿Qué puedo decir?…
¿Cuáles son las palabras para hablar sobre Ti?
… y a tus Ángeles, les pregunté, porque yo sola no podía…
¿Qué le gusta más hacer?… ¿Qué le hace sonreír?…
Y los Ángeles de la Divinidad me respondieron así:
Ser… la luz del sol que atraviesa tu persiana,
tu nuevo día,
posarse en la ventana que miras,
el perfume de las flores,
jugar con los gorriones,
abrir su hojas por la mañana
o sentir que se posan sus nidos en tus ramas.
La gaviota incesante,
las nubes cambiantes,
la hormiga decidida…
revolotear con las palomas del patio…
o la risa de los niños que juegan con tantos.
Venir en primavera con las golondrinas,
o el ladrido del perrillo con las vecinas…
El sonido del campanario que escuchas a lo lejos…
o la brisa suave que mueve tus cabellos…
Ser… dicen los Ángeles:
el delicioso sabor del aceite,
tu desayuno,
el pan caliente,
tu néctar inagotable,
la miel que te alimenta,
la fecundidad de la Tierra…
Ser… el latir de tu corazón cuando le llamas,
La grandeza del Alma,
tus manos sobre el pecho,
tu piel emocionada,
lagrimas acariciando tu cara…
el suspiro profundo… desde muy dentro…
la calma que hayas en el silencio.
Ser… Luz… en las velas encendidas…
el crujir incesante de las brasas en el invierno…
el hilo delicado… blanco humo al fundirse la resina…
el olor del humero,
o el aroma del tomillo y del romero…
Ser… La Luz que te guía en el día
Y para la noche a la luna ilumina…
Ser cada estrella que ves en el Cielo,
y que alumbra tu sueño…
la manta de lana que te acurruca…
donde descansa tu cuerpo.
¿¡Ves!?… dicen los Ángeles:
¡Todo lo que te hace feliz, le hace a Él sonreír!
¿¡No hace falta que Lo llames!?
¡Sabes ya dónde encontrarle!
¡¡Mira que cerca lo tienes!!
¡¡Que pronto viene!!
…¡Donde estaba!… …. …
en la ventana donde mirabas
dónde estabas sentada
en la habitación cuando escribías
mientras desayunabas,
donde regresabas
o cuando dormías…
¡¡ Te quiere muchísimo!!
¡¡Siempre a tu lado esta!!
¡Esta ahora aquí mismo!
En este preciso instante…
¡¡Mora en cada uno de nosotros!!
… puedes si quieres sentirlo…
¡¡SE LLAMA JESUCRISTO!!
Ahora ya al escribirte, puedo un poco definirte… te voy conociendo…
¡¡Ya sé dónde encontrarte!! ¡¡Es imposible perderte!!