Amor y Plenitud en Compañia de Emilio Carrillo

  Agradecidos plenamente por el Amor, la Presencia y Plenitud de todas las Bellas personas que hicieron de este Taller de Emilio Carrillo una experiencia única e inolvidable, compartimos el testimonio de dos voluntarios, Miguel y Mila, que en sus palabras expresan la Divinidad de lo acontecido:

La estación florida del año nos regala sus perfumes, sus arcoíris de luz, su vibración musical de primavera engalanada en el marco incomparable de Alozaina….. y el encuentro anual con Emilio, alma amorosa, gentil y luminosa, engrandecida, aún más, si ello cupiese, con la suave y delicada fragancia de Lola, lucero que brilla con luz propia, y que inundan con LUZ, ambos, al cruzarse, reflejarse y encontrarse sus MIRADAS.

Cumpliste, ya, Emilio, tus 5 primaveras de gozosa unión, con la novia más selecta de Alozaina:» la Casa de Acogida Pepe Bravo», lugar de encuentro de corazones nobles, que se nutren del amor que rezuman sus paredes.

Calidez humana, sonrisas abiertas, abrazos que abrazan, miradas que miran el fondo del alma.

“Conocimiento de uno mismo y transformación interna», rezaba el título del taller. Amplio programa y ambicioso tema, que nos invita a escudriñar «ahí adentro», donde está TODO…. y que todo el tiempo- hasta ahora- lo hemos buscado afuera, pero que una vez reconocido y encontrado, hay que cocinarlo, cocinárselo, cada quien, para nutrir su alma y hacerla crecer en Consciencia.

Y digo yo, Emilio, maravillado, como otros, de ver que, con lo que largas, no se te seca la boca… ¿de qué escondida fuente de cristalina agua, riegas tu discurso para que, mágicamente, se den tus tiempos de compartir- que no son pocos-, dudas y preguntas de los asistentes, que libre y espontáneamente te hacen, descansos, idas y venidas, las improvisaciones propias del directo,… para que, sin sobrar ni faltar ápice alguno de lo propuesto, se cumpla a cabalidad?

La celebración festiva del sábado, transcurrió cálida y entrañable, rica en matices, variada en versiones, emotiva en el canto de nuestra «quinceañera» María Luisa y en mi propio recuerdo de «nombrar caballeros» a mis hijos amados.

La historia de Juan, su testimonio de vida, su alquímica transformación interna en el crisol de su alma, avivada por el fuego del lugar, del calor de sus gentes, inspirada por el ejemplo de amor incondicional de esos dos angelitos sin alas, como son Mariló y Nacha, el reconocimiento, sincero y sentido, a los voluntarios que con su presencia y trabajo hacen posible la armoniosa convivencia, a los que residen en la Casa, donde saben que se sienten acogidos, comprendidos, no enjuiciados, aceptados con alarde de paciencia, compasión y empatía, ¿ verdad, Juan? Fuiste el broche de oro de la convivencia: TRANSFORMACIÓN

Gracias, Inga, por tus poemas, por tu sentir hondo, congruente y eficiente, plasmado con elegancia.

Gracias a todos los presentes y ausentes, que con la LUZ de su consciencia y los hechos bien hechos de su presencia, colaboran haciendo realidad el anhelo palpitante de los corazones que vibran y sienten, al unísono, la plasmación del CIELO EN LA TIERRA.

Gracias, querida y amorosa «Casa de Acogida Pepe Bravo». Tomamos nota para el próximo reencuentro: 24 de Mayo 2019.

****GRACIAS****

MIGUEL.

 

Cuando al despedirnos de Mariló, me propuso escribir unas líneas para la web contando mis impresiones como voluntaria, le dije cuánto me había alegrado que una compañera hubiera expresado en la despedida cómo me sentía yo como voluntaria en ese momento: agradecida por todo lo vivido y compartido durante el fin de semana, ese AMOR en grande del que hablaba Emilio; y desde luego, como siempre, de la casa de Pepe Bravo recibes mucho más de lo que das.
 
Así lo habría resumido: todo es bonito, bello, estupendo…
 
Pero… el evento ya ha terminado. Ese globo de AMOR en grande que sentía como algo inmenso que inundaba todo, se va desinflando poco a poco y vuelvo a ser más parecida a la de siempre: en mi caso, analítica.
 
Y entonces, empiezan a surgir otras reflexiones, sentimientos, recuerdos…
 
Y me viene a la cabeza esa otra compañera que me preguntaba por mi sombra. Me advertía que si siempre vamos de buenos por la vida, nuestro lado oscuro se convierte en un monstruo poderoso… Y lo asocio con lo que comentaba Emilio en el último tramo del taller: los buenismos y el amor-compasión (creo que era).
 
Y recuerdo esas pocas personas exigentes que en determinados momentos no se dan cuenta de la situación que están viviendo: que somos voluntarios y no profesionales, que puede haber errores o faltas de previsión…
 
Y siento que quizás flaco favor les he hecho contestando con educación y una sonrisa franca, porque no les he ayudado a evolucionar poniéndoles límites. Es más, tampoco me he ayudado a mi misma porque, una vez más, he querido evitar una situación de tensión excusándome en que no era oportuno en un entorno de fraternidad y amor.
 
Y entonces pienso que precisamente para eso estamos este fin de semana aquí. El aprendizaje está en la sala con Emilio pero las prácticas están fuera con los participantes y los voluntarios. Si no podemos aceptar críticas y enfrentarnos a nuestros miedos en un taller como este y en un entorno como este de fraternidad y amor ¿cuándo y cómo va a ser?
 
Y de repente me invade la vergüenza y la culpa porque me doy cuenta de que estoy analizando al otro y me he olvidado de mirarme a mi.
 
Y respiro, y recuerdo las palabras de Emilio, somos humanos y como tales hemos venido a experimentar y a equivocarnos.
 
Y me analizo. Y me rio al darme cuenta de que he sucumbido a los placeres terrenales todo el fin de semana. Y es que he comido como si no hubiera un mañana. Estaba todo tan bueno y quería hacer aprecio y… muchas otras razones, excusas, motivos que se me podrían ocurrir. La realidad es que mi cuerpo agradece cuando soy más consciente y apreciamos juntos la buena comida, en cantidades más pequeñas.
 
Y vuelvo a recordar a Emilio cuando decía que a veces creemos haber recorrido un 44% del camino, cuando sólo hemos llegado a un 4%.
 
Y siento de nuevo ese globo de AMOR en grande por todo y por todos. Gracias Emilio por explicar tan bien. Gracias a la casa de Pepe Bravo por ser el mejor entorno donde poner en práctica esos aprendizajes. Gracias a todos los participantes por atreveros a venir a aprender. Gracias a los voluntarios por hacer posible el taller.
 
Ahora mi resumen sería: cada uno tenemos un papel muy importante y me siento feliz de pertener a esta gran familia de valientes. El año que viene os espero a todos y mi intención, es hacer lo posible para ser un poquito mejor… quizás en mi caso, no significa ser más buena 🙂
 
MILA

5 comentarios

  1. Petra Jiménez Gómez

    La casa de Pepe Bravo es una casa especial, desde el momento que llegas dejas detrás la mochila y empiezas a compartir vida y amor. Cuando te marchas vuelves a recoger la mochila y te das cuenta que es mucho más ligera de lo que era al llegar; igualmente tu cuerpo se vuelve ligero, sonriente y radiante de amor por tanta felicidad. Gracias, Os Amo!

  2. Muchas gracias a tod@s vosotros, queridos Herman@s y compañer@s de Camino.
    Lola, Emilio y Luna.

  3. Que lindo , cómo me hubiese gustado compartir con ustedes. Reciban todo mi cariño

    Desde Ginebra un gran abrazo

  4. Un regalo para el Alma y un sosiego para el cuerpo.
    Y muy feliz de haber estado con todos vosotros , con Emilio y Lola y con el resto de personas que acudimos al encuentro.
    Gracias a todos vosotros, por permitirme sentir que yo también era uno de vosotros.

  5. Carmen Bayo Correa

    Doy fe de que esa Casa es mágica! Y no me extraña nada, porque autenticos Seres de Luz, vivís y trabajais en ella.
    Mi corazón siempre está con vosotros desde que estuve alli en 2015.
    Enhorabuena a tod@s y Gracias por vuestra labor!!!❤

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