Os compartimos esta preciosa crónica redactada por Miguel Pérez del grupo Sierpes de Málaga:
No encuentro palabras para describir lo vivido este fin de semana en Alozaina. Y aunque las encontrase, no expresarían lo acontecido allá. Solamente se puede entender y sentir…… viviendo.
Desde el inicio todo se vio envuelto en la magia. En pleno mes de mayo fue mágico el recibimiento que nos dio Alozaina envuelto en nubes; ¿eran las brumas de Avalon las que se abrían ante nosotros? Lo vivido y sentido dentro de la casa de acogida Pepe Bravo, es la vibración de Avalon: AMOR
Lo compartido por Emilio lo confirma. Se desmelenó. Con qué gracia y soltura sacó a pasear a su niño interior. Yo lo sentí transfigurado, luminoso, dicharachero, fresco, espontáneo, profundo y natural como él es. Con qué arte culinario degustamos el nutritivo potaje que nos preparó con los variados ingredientes que les servíamos cada uno de nosotros. No dejo de asombrarme y admirarme de su habilidad para meter todo en la misma olla y servirle a cada uno el plato que necesita en su proceso de evolución. Fueron muchos los temas que trató, interesantes y profundos todos, y con ese arte que le caracteriza transformar lo complicado en simple,…. y como te lo dice de esa manera, tú sientes que no puede ser de otra…… y lo entiendes y lo haces tuyo… desde el corazón.
Lo compartido en la cena que tuvimos con él, en deferencia al círculo Sierpes y que con tanto amor, entusiasmo y eficacia nos atendieron los voluntarios, capitaneados por Nacha, da muestras de todo ello. Con absoluta naturalidad nos dijo cómo él era consciente de su proceso personal evolutivo a través de lo que comparte, tanto en conferencias, en charlas y a través de sus libros, y con qué celeridad se da. Y si a nosotros nos llega, nos resuena lo que nos comparte desde su sentir, es porque nosotros también vivimos con la misma celeridad nuestro proceso consciencial. Y la magia de la vida se manifiesta por doquier.
180 miembros de una gran familia nos dimos cita allí. Las miradas, los gestos, los abrazos, las sonrisas, la alegría,…. propias del reencuentro de una familia bien avenida, era lo que predominaba. El AMOR lució sus mejores galas durante todo el tiempo, hasta metido en pijama por la noche, y fue el aroma que envolvió toda la convivencia. Lo sentíamos. Lo expresábamos. Lo generábamos.
Gracias a él y a la generosidad de Emilio y y a nuestra presencia, facilitamos el proyecto tan hermoso de acogida que se lleva a cabo, inspirados por el amor incondicional de la iniciativa de Pepe Bravo y el relevo que, voluntaria y amorosamente, aceptó Mariló. Gracias, cómo no, a esa legión de voluntarios que, desde el amor con su actitud, su bien hacer y su generosa sonrisa, hicieron que todo fuera posible.
No hay en mi corazón más que gratitud por todos y cada uno de los que lo han hecho posible,…. y AMOR, infinito AMOR.
Gracias por estar ahí, a todos y cada uno de vosotros, y por contribuir a la creación de este mundo que estamos construyendo, siendo el AMOR la base y fundamento del mismo.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!!!!»
Que envidia me dais al veros ahí a tod@s.