¡Porque quiero!. Esa fue la respuesta de Mariló al preguntarle por qué estaba ella al frente de la casa. Taché su respuesta de insolente pero poco tardé en comprender que la insolencia estaba en mi pregunta.
Pasé por la Casa de Acogida Pepe Bravo situada en la bella localidad de Alozaina ( un pequeño pueblo de algo más de 2000 habitantes enclavado en la falda de la Sierra de las Nieves en la provincia de Málaga) llevado por el destino o siguiendo la llamada telepática que a través de sus astros me envió “Nacha”.
Solo tres días. Quise comprender tantas cosas en tan poco tiempo que mi inquietud me hizo cometer varios errores que rectifiqué en cuanto la calma me invadió.
Entendí que en esta experiencia holgaban las preguntas, sólo había que observar, escuchar, mirar a los ojos y dejar hablar al silencio.
Nunca en mi ya dilatada vida he vivido experiencias tan aleccionadoras en tan poco tiempo y que me hayan sobrecogido tanto.
Ayoub, unos de los jóvenes internos me cuenta a la vez que me interroga: “Juan, cuando me encuentro solo con mis demonios, Mariló me dice que me encomiende a Pepe Bravo para obtener la fuerza que me haga superar ese infierno temporal. ¿Qué opina Vd.?
Ante tanta verdad mi respuesta había de ser sencilla como la verdad y sincera como la inocencia de Ayoub: “Tú Ayoub eres un elegido, igual que lo fue Pepe Bravo. El emprendió una misión basada en el amor a los demás, a esas personas a las que quizás nunca conocería, y ahí radica la importancia de su obra, en tan siquiera esperar su agradecimiento. Tú estás escribiendo un diario relatando tu dolor, tu soledad en la abstinencia y sin proponértelo o haberlo considerado previamente, lo haces para aquellos jóvenes que por su inocencia, su rebeldía, su desgracia y su errónea valentía se verán en tu situación, y cuando esos jóvenes, a los que probablemente nunca conozcas lo lean, entenderán que el espíritu de Pepe Bravo continúa en ti y otros elegidos que como tú vendrán.”
Tú Ayoub eres imprescindible. Debes seguir luchando y atravesar el desierto, con la ayuda de Mariló el silencioso apoyo de tus compañeros y el amor de Nacha, esa especie de sombra espiritual que irradia energía positiva sin ningún ruido y que desde su silencio lo entiende todo y está omnipresente.
Dejemos pues que hable el silencio.
En la Casa de Acogida de Pepe Bravo en Alozania a la que seguro, no sé cuándo pero quizás antes de lo que pueda suponer volveré, habla el silencio.
Quizás por eso las almas convulsas, que acuden a ella buscando una mano firme en Mariló dos corazones abiertos al amor y un hogar donde atravesar el túnel, se entienden sin necesidad de muchas palabras y pocas preguntas, allí solo hay respuesta a quienes solo se pregunten ¿ Por qué?
No hay respuesta más acertada: “Porque quiero” .